Mientras espero

Mientras espero tu mirada aunque sea en un reflejo, o un intento de sonrisa mientras la copa alzo, hago esfuerzos para que no se me note el deseo, ni siquiera un gesto exteriorizo a ratos.

Solo cuando no me ves te pienso, te recuerdo, te hablo, porque he notado en la distancia, en la imagen de un espejo, como te sigue viendo mi espalda.

Mientras espero que no sea fantasía, busco tras de ti una señal que me diga que he de dejarlo todo aunque esté mal, y tarde tras tarde día tras día te he ido soñando por dentro, por fuera, en las palabras, en la vista.

No cejo en mis deseos callados porque sé que prefieres que te sueñe, y aunque esto nos condene espero en la lejanía ver las huellas de tus pies descalzos que en la arena conducen a la sal de la orilla donde nuestros pasos se funden.

Si he de llorar que sea sobre la sal marina, así no se notará el llanto, la brisa me confunde, te huelo distante y silenciadas las tardes del invierno te percibo cercana entre los sueños, quizá por prohibida, quizá por deseo, quizá no sepas que aunque te tenga me presto a conquistarte.

Con maniática terquedad me vuelve a la memoria la piel primaveral de una adolescencia envejecida. Me saben los versos a besos robados, a los ecos del paisaje moribundo que se fue ampliando entre racimos de collares de las conchas aplastadas, por los abrazos que como tempestades subían por tu espalda como asiéndose uno tras otro en cada dedo, manejo el recuerdo de cada vértebra que tiritando de amor escapaba de mi tacto.

Como una condena infantil terqueo con mis neuronas recordando las sensaciones sutiles de un tiempo irrepetible. Te fuiste entre el paisaje difuminada dentro de un vestido con sabor a nácar, he intentado pintar ese cuadro como una imagen difusa de oleicos colores sutiles, pero el tiempo es implacable y rechaza las nítidas líneas de tu contorno, por eso hoy busco en tu mirada la sutil sonrisa de aquellos días que creía olvidados.

Y me miro las manos temblorosas para recordar aquellas de las primeras caricias que temblaban sudorosas para asirte a mi vida más fuerte que el abrazo con el que sellamos en silencio, sin decirnos nada, como ahora en el recuerdo se pierden las cosas, pero recuerdo hasta las lomas de las dunas, sus formas y sus sombras, y recuerdo las horas que dedicamos a dudar de los abrazos y al tiempo que permanecimos callados.

Recuerdo hasta el sonoro piar de las gaviotas cuando ya el sol se ponía cada día de ese verano. Por eso cuando te robo esa mirada que busco ansiosamente delante de la gente, oigo todas esas cosas mezcladas con el murmullo de las olas y los perfiles ya olvidados de dos cuerpos casi infantiles, que aun llevo dentro secuestrados de una memoria frágil pero de un sentimiento gigante, mientras espero tu mirada por si detecto, coincidente, algún atisbo en tu pupila o en tu sonrisa complaciente.

Víctima

Ven, ven que ambos sabemos que no deseas que le reste caricias a tu cuerpo. Deseas que lo colme, que lo llene, que lo rebose, deseas que lo intimide con mis manos, que lo electrice con mis besos.

Ven, vamos, lo hare temblar, hare se sienta dominado en cada toque, hare tema mi cercanía, pero se aterrara con mí lejanía. Tejeré una red de pasión atrapándote en ella. Tu cuerpo será mío para uso y abuso. Romperé tus niñerías, destruiré tus temores aplastando tus tabúes.


Ven, ven que ambos sabemos que deseas confesar tus penas, deseas tu piel arda bajo la mía, deseas ensimismarte bajo mi cuello, deseas gemir y jadear. Deseas que eso que sientes ahora sea por siempre. Deseas gritar de placer y desahogarte, deseas estremecerte bajo mi boca.

Ven, ven que sumaré más a tus deseos, multiplicaré tus anhelos sin intentos convirtiéndolos en hechos consumados.


Ven, ven que me aprovecharé de ti violando tus derechos. Ven, ven que te haré víctima de mis excesos.


Recuerdos

De entre el dónde, el cuándo y el cómo, siempre predominó el cuándo.

Ni un por qué, ni un qué. Mucho menos un para qué… Poco importan.

Si no existe el momento, de nada sirve el lugar, de nada sirven las formas.

El lastimero resonar de los goznes del tiempo se silencia cuando el viento de la nostalgia cesa, y deja reposar en calma sueños que fueron, atormentados por su insulso devenir.

Ascuas de fuegos encendidos en días fríos se consumen sin remedio, dejando restos carbonizados, extintas las llamas. El calor, tan necesario, se apaga cuando todo alrededor es gélido.

La frágil belleza de la escarcha en un alba marcha con los primeros rayos, mientras quedan al raso trémulos ocasos. Sólo nace el sol cuando muere la noche.

El mañana es un ayer que sucede hoy. Que no volverá. Y que estará más presente cuando sea ya pasado.

Ciego de sentires, todo se torna gris cuando al final sólo quedan vivencias insípidas. Olvidado el cómo, el dónde, y sin certeza del cuándo ocurrieron. Ni si lo hicieron.

Y entre tanto, los instantes se desvanecen, desechando hechos desechos echados a perder.

Es triste inventar recuerdos.

¡Sé feliz!

Tu boca no habla



Se habla a través de tu boca



Tu corazón no late


Se late con tu corazón



En la tierra y en la puerta de otro corazón


En la puerta del sufrimiento y en la puerta del placer



Y sé feliz, así es,
tus decisiones todas son sólo aparentes,
las decisiones sobre ti mismo
quizá sean tan sólo las decisiones de la muerte,
mientras que la vida


-estar vivo, ser vivido, y a pesar de ello vivir-


significa morir en vida,


¡pero aun esto es un milagro!

Ocaso

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Al ocaso los recuerdos se deslizan
en la arena. Esa síntesis.
Es como gusanillos de luz
que disputan ruiseñores y palomas.
También son mansos
o blancos.

Recostado al ocaso
el recuerdo reseña días y rostros,
también voces.

Es tan sólo un nostálgico lobo,
un horizonte diario de garras y pinceles,
una información fragmentada.
Es esa nada
hecha de fotos y palabras.
Esa forma
de tratar tiempo y espacio
como si fuesen de bronce
de arcilla
o de arena.

Como el agua
multiplica rasgos y añoranzas
para algún niño
nacido para ver esas cosas.

Guardado en fechas y cajones
es un deseo absurdo
de contar sombras que creemos nuestras,
mientras en el horizonte nace la luna
y todo tiembla sobre el agua.

Gaudeamus

Percibe los sonidos de estos himnos, atrevidos, indiscretos, dispuestos. Acoge el llamado lozano del deseo, la tentación convertida en palabras y quémate.


Me deleitaré lentamente de tu banquete predicador de la falsa inapetencia. El fuego muerto ¡Renacerá! ¡Avivará! Admiraré como desnudo uno a uno tus deseos hasta que la mano sin poder resistirse, proteste.


Hasta que los ojos, dancen asustados de sus orbitas, hasta que los cuerpos, copulen febriles, excitando la perversidad de los instintos, entonces y solo entonces, destellaré en tu mente.


Deslizaré mis dedos sobre los recintos de tu cuerpo, apretándolo fuerte entre los puños, cerraré los ojos, soñaré. Sobre tú sábana de pasiones, no me contendré, sentiré sin inquietudes…


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Arráncate el velo, de una vez y para siempre. Despójate del falso manto de doncella honorable. Rescátame del dolor que ciñe mis cabellos. No hagas de mí, un asunto de confesionario.


Seré inicuo, fiebre en las entrañas, rama de sándalo enterrándose en el centro. Torrente furioso que sube y baja persistentemente, inundando con mi esencia tus cálidas grietas.


Enciéndeme con rojas palabras las agonías, muérdeme de a poco el cerebro, hazme dueño de tus esplendores. Quémame despacio, largo, profundo, cólmame la copa de esencias.


Te liberaré de los escombros de las ausencias. Te embriagaré con gran río de mi fresco aroma. Te vestiré completa de enardecida y celeste luz. Escribiré sobre ti, con la punta de la lengua, la mejor de mis obras. Recogeré los guijarros, uniéndolos si puedo, devolviéndote los sueños.

Provócame hasta el delirio, sé huésped y prisionera, muérete una y mil veces entre estas carnes, atraviésame de extremo a extremo azul espejo, violéntame furiosa las aguas con tus mares de espuma, cúbreme al fin de símbolos y signos ilegibles. Sosiégame con perseverante obstinación, la fiebre de mis entrañas y miénteme.

Tiempo de

Palabra

Una mujer pasa y deja su imagen sobre el vidrio del bar. Esa mujer entra en mí y desaparece en otra mujer para siempre. Abolirá un exilio para entrar a un universo unánime que la abarca completamente, y es otro exilio inconmensurable la poesía.

Un arco tensado entre dos vértices espaciales, entre dos tiempos infinitos, entre la oscuridad y el vacío. Una flecha disparada al centro de mi efusión. El centro, esa mujer caminando a través de 5,000 años de fuego y palabra.




Infancia

Hacer rodar bolitas vidriosas en el cantero de tierra del paraíso de la vereda, trepar árboles bíblicos para robar lo prohibido, ocultos en el yuyal del baldío, fumar pajitas huecas y malolientes. Después innumerables gritos, emociones rojas, locas borracheras, nombres olvidados y caricias en tiernas pieles. Después es un tiempo viajando a una velocidad emocional incalculable.

Hoy quedan pocas cosas sagradas, tal vez éste precario recuerdo sea una de ellas.




Melancolía

Mirar detenidamente el ciprés que crece en el vidrio de la ventana, ver la leve mutación del verde de sus hojas, adivinar el cambio de las estaciones por el color de los rostros que pasan, oír el silencio de mi cuerpo cuando se detiene un instante el corazón preparándose para un nuevo impulso. Y sentir los ocres tardíos, cada vez más intensos de los dulces senos del atardecer.




Amor

Una roja flor que parece una rosa y no lo es. Planta diversa cubierta de espinas, de infinitos aromas y desconocidas formas. Nace en catedrales incendiadas y lechos empapados de líquidos cuerpos. Desconocida esencia que cuando sangra o sueña, su elixir invisible a la ciencia y a las matemáticas es delirio y transparencia.




Tristeza

El cuerpo se diluye, los ojos se vuelven líquidos y la mirada queda encerrada en ese punto del espacio donde un conejo blanco, moribundo, abre la boca buscando el último aire.

El alma pega un salto inesperado y recorre esferas desoladas buscando su tibieza, su ardiente ausencia en el lecho impúdico, el aroma a café de las mañanas y mis ojos diluidos en su último beso.




Ira

Todo está en equilibrio inestable. El sol brilla o el cielo se nubla y la lluvia moja lo sólido. Estático, esperando una vibración con el alma agazapada acechante. El leve vuelo de una mosca, su sucio vuelo, provoca una perturbación, una incesante violencia en mi sangre. Y con las armas del furor, destruyo las paredes y las apariencias, vuelo los techos del caserío, quemo los árboles, incendio la ciudad y desvío el curso de los ríos.

Congelo el movimiento del mundo durante un instante. La eternidad necesaria para que mi espíritu se recomponga y todo siga su curso normal.




Perversión

Nunca hice estragos en la luna, jamás me embarqué en un viaje a la maldad. Una ventosa tarde sureña solté el hilo de un barrilete y pinché un globo ajeno.

Me obligaron a bajar al infierno, me desnudaron y golpearon, torturas al alma y risas perversas escupían sobre mí. Todo fue en vano. Dibujé un sol en la pared y su cuerpo en el piso de cemento, y en esa celda oscura dormí abrazado a su tibieza.




Ceguera

Era primavera y la madreselva del patio comenzó a desprender sus hojas sin explicación alguna. Ella, fue apagando sus ojos mirando esa planta hasta quedar irremediablemente ciega.

El hacha en mi mano cortó los rosales y las magnolias, volteó el ciprés y derribó los álamos hasta destruir completamente el jardín. Frente a la madreselva dejé caer el hacha, y quedé impávido ante el mundo y su interminable ceguera.




Dolor

Una luz cegadora, palillos debajo de las uñas, la cabeza hundida en un tacho con agua, otra luz eléctrica quemando la piel. Levedades comparadas con el dolor de la traición.




Pasión amorosa

Un verde gusano se encierra en su crisálida y antes de la lluvia renace en roja mariposa. Aletea en el aire, el entorno se diluye en tenue bruma, entra en el cuerpo y provoca oleadas, huracanes de sangre caliente que derriban las estéticas del mundo, incendia los muros del prejuicio y abrasa los cuerpos de los amantes.




Abandono

Una mujer entra y deja un tulipán sobre la mesa del bar. Escribo en una servilleta palabras desconocidas para el mundo que delinean el contorno de su cuerpo y se humedecen en mis ojos. Palabras transpiradas en la danza carnal de su hondura, arrancadas a la concavidad del arrebato.

Escribo esas palabras entre el tulipán de su adiós y el tenue aroma de su ausencia.




Muerte

Un grito de pájaro desde los confines de la eternidad, su vuelo atravesando espacios esféricos, incendiándose hasta helarse en su arribo.

Junto las manos para recibirlo, su cuerpo cristalizado se disgrega al posarse en mí, y su roto pico articula la exaltación sagrada de su último canto de vida.




Elección

Yo elegí el mundo para vivir, el vino para beber, la lluvia para soñar, y ésa mujer que atraviesa los muros y enciende el sol cada noche, para gozar sin contemplaciones del oscuro mundo que me atraviesa, y saciarme de vinos empapado de impúdicas lluvias.




La luz

Luces de la ciudad iluminan carteles, edificios imposibles, calles desteñidas y amores perros. Resplandecen en mujeres inundadas de líquidos hombres, en ojos salvajes de gato y en la sangre tibia del asfalto callejero.

Alumbran seres pequeños, celdas enmohecidas, y su cuerpo de pájaro distendido sobre esta cama empapada del sudor de mis ansias.




Agua

Gotas en el desierto. Sus labios dentro de mi boca, su risa líquida reteniéndome en los umbrales. La lluvia que empapa sus piernas sedientas, y mi sexo enhiesto derribando las estéticas del amor.

El río translúcido que me lleva, irremediable al agua profunda en espléndido canto de muerte.




Desamor

La lluvia canta sobre ella un aria desconsolada, y su cuerpo de fuego se empapa de agua azul apagándose con morosidad.

Ella se va decolorando rodeada de un viento furibundo que va alejando mi corazón de la tristeza de sus manos.




Confusión

Recorro lugares andados por innumerables pies, me detengo en carteles insulsos, pregunto por lugares a los que nunca iré, y vuelvo como un lejano transeúnte a la vieja casa derruida por las mentiras.




Ego

En medio de la noche despierto sin saber porqué, miro a través de la ventana el cuerpo blanco de la luna y mis ojos viajan en la oscuridad a aquellos sitios donde presiento haber estado, donde soy un poeta aplaudido por la gente y admirado por los reyes.




Imagen

La luna se diluye en el río, reaparece entre las sombras, se hace pez plateado, salta sobre las piedras.

En un momento inesperado, se mete en mi boca y recorre mi cuerpo zigzagueando, persiguiendo a un niño oculto. Reaparece en el ojo izquierdo y se queda allí, entre la retina y las fantasías.




Utopía poética

Apoyado en mi mano infructuosa, sobre la hoja desértica, releo lo no escrito por otras manos. Me detengo en ese punto, donde el tiempo ocultó las voces de la tribu, buscando lo no dicho, el vacío escritural que diga aquello que el mundo aún desconoce y los hombres no han desquiciado.

Paladeando la carne

Mórbida, dúctil, húmeda, elástica, afelpada y aromática; reino de placeres efímeros, de sensaciones inciertas, de poderosos estímulos que exaltan, afligen y desconciertan. Generadora de temor ante sus apetitos y dolencias, ante sus súbitos raptos y derrumbes: en ella bulle la vida y se fermenta la muerte; placeres y enfermedades; encarna las potencias femeninas y masculinas del universo; trilogía animal, humana y divina; trilogía de manifestación sagrada y profana, reflejo de potencias y ciclos naturales: Príapo y Dionisos, Sabatius, Adonías, tantrismo, estatuas hermafroditas Mali, templo de Konarak, falos-talismanes, "tao de la sexualidad", "amor sagrado", vasos órficos, sutras del amor, sugestivas figurillas preincásicas, monumentos Khajuraho, hieros gamos, canecillos paganos medievales, ritos de fertilidad Kali, Innana, Ashtoreth, Afrodita, Noctiluca, Ishtar, Cibeles, Ma, Venus, Freya, Isis, Pachamama…

Cultos y rituales para armonizar cuerpo y universo. Danza frenética, orgía sagrada, manifestación de placer, acto de oración y magia, llamado a la fertilidad, a la fecundidad, a la multiplicación; exaltación y afirmación de la vida ante el acecho de las fieras, los enemigos, las enfermedades, la muerte; búsqueda iniciática "esperma de los dioses".

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Sinónimo de degradación, fuente de tentación y terreno propicio para el pecado. Presencia vehemente del deseo, sin pasado, sin futuro, cuerpo presente, deseo de entrega al gozo y satisfacción al instante, sin cómo, sin dónde, con qué ni con quién; éxtasis y seducción, orgasmo, endorfinas, "agonía" orgásmica, éxtasis espiritual que borra la "normalidad" y rebasa límites. Mahasukka, sukra, bodhicitta.


Moral e inmoral; masturbación "pecado" bíblico, "opción" ante el sexo inseguro e indiscriminado; cópula sagrada, bestialismo; efebos, terrible y perversa pedofilia.

Expresión estética de lo prohibido e innombrable, testimonio de verdadera dimensión sexual: deleite en modulación de palabras y sonidos, humedad de piel ansiada y gozada, efímera intensidad de pasión, simulacros de amor y de ensueño, éxtasis del encuentro con el cuerpo… con aquello que lo trasciende: "y todo esto para encontrar el principio del alma."

Nostalgia intangible, estremecimiento etéreo del beso furtivo, deseo, cuerpo referente, palabra sincera, imagen sensual: desvelo de ritual secreto, puente luminoso entre carne y ensueño.

Penetración con unción mística, voz alta, enfatizada, paladeada, respirada; elixir expandido en pecho, plexo solar y bajo vientre, oscura marejada, súbita resonancia de gong, perfume de tierra lamida por la lluvia. Que así sea, y ¡salud!

My first, my last, my everything



My first, my last, my everything.
And the answer to all my dreams.
You're my sun, my moon, my guiding star.
My kind of wonderful, that's what you are.

I know there's only, only one like you.
There's no way, they could have made two
you're all I'm living for,
your love I'll keep for evermore,
you're the first, you're the last, my everything.

In you I've found so many things
a love so new only you could bring
can't you see if you,
you'll make me feel this way.
You're like a first morning dew on a brand new day.
I see so many way that I
can love you, till the day I die.
You're my reality, yet I'm lost in a dream.
You're the first, the last, my everything.
...
I know there's only, only one like you.
There's no way they could have made two.
Girl you're my reality
but I'm lost in a dream
you're the first, you're the last, my everything.

Solo imagino

Imagino… Solo imagino…

Se que piensas en mi porque lo siento
Cuando dejo volar mi pensamiento
Es ahí donde cercano y en mis sueños
A punto de tocarte, ya te encuentro…
Se que piensas en mi en todo momento
Porque el aire que respiro está incompleto
El suspiro con que inhalo no me alcanza
Porque tú te llevas todo el resto…
Se que piensas en mi porque despierto
Presintiendo el calor tibio de tus besos
Y el aroma embriagante de tu aliento
Recorre sin pudor todo mi cuerpo.


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Hoy que también yo pienso en ti
Desato amarras, corro a tu encuentro,
Arrojo el barco de mi vida mar adentro
Desafiando a la tormenta y a los truenos.
No me asustan las olas encrespadas
Que lo agitan a su compás los vientos
Solo importa que el refugio de tus brazos
Reciban el amor que tengo dentro.
Y ya juntos los dos pagando el precio
Que costó unir los pensamientos
Con un amor, que está de estreno
Dejamos muy atrás los desaciertos.
Imagino… Solo imagino…