Acostumbro tener un calendario del cual, día a día, arranco la hoja del día anterior.
Algo bastante simple, excepto cuando dejé de hacerlo, por un par de meses; y al tratar de arrancar todas las hojas atrasadas, no pude hacerlo; pues una a la vez es fácil, pero todas juntas es muy diferente.
Lo mismo sucede con nosotros cuando no nos perdonamos día a día, o cuando guardamos rencores o sufrimientos.
Muchas veces nosotros mismos no nos perdonamos errores y decidimos cargarlos en silencio, haciendo cada vez más difícil, la tarea de arrancarlos de nuestras vidas.
Pero no acumules más hojas de tu vida; decide hoy arrancarlas de ti y ser libre, pues para eso fuiste hecho.
Semillero de mis velados pensamientos, de mis inconciencias y reservadas pasiones. Soy el resultado de ellos, estoy fundado y hecho de ellos, de mis pensamientos, donde intento encontrar remedio a mis males. Plegarias disfrazadas de pensamientos, momentos de mi alma arrodillada sin importar la posición de mi cuerpo.
No acumules penas
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