La gente que me gusta

Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace.


Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones, la gente que no deja las soluciones al azar.


Me gusta la gente justa con su gente y consigo misma, pero que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos equivocar.


Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo entre amigos, produce más que los caóticos esfuerzos individuales.


Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría.


Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos serenos y razonables a las decisiones de un jefe.


Me gusta la gente de criterio, la que no traga entero, la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó.


Me gusta la gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.


Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, a éstos les llamo mis amigos.


Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.


Con gente como ésa, me comprometo a lo que sea, ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido.

Monster Family


Un nudo en la sabana

En una junta de padres de familia de cierta escuela, la directora resaltaba el apoyo que los padres deben darle a los hijos. También pedía que se hicieran presentes el máximo de tiempo posible.

Ella entendía que, aunque la mayoría de los padres de la comunidad fueran trabajadores, deberían encontrar un poco de tiempo para dedicar y entender a los niños. Sin embargo, la directora se sorprendió cuando uno de los padres se levantó y explicó, en forma humilde, que él no tenía tiempo de hablar con su hijo durante la semana. Cuando salía para trabajar era muy temprano y su hijo todavía estaba durmiendo. Cuando regresaba del trabajo era muy tarde y el niño ya no estaba despierto. Explicó, además, que tenía que trabajar de esa forma para proveer el sustento de la familia.

Dijo también que el no tener tiempo para su hijo lo angustiaba mucho e intentaba redimirse yendo a besarlo todas las noches cuando llegaba a su casa y, para que su hijo supiera de su presencia, él hacía un nudo en la punta de la sábana. Eso sucedía religiosamente todas las noches cuando iba a besarlo. Cuando el hijo despertaba y veía el nudo, sabía, a través de él, que su papá había estado allí y lo había besado. El nudo era el medio de comunicación entre ellos.

La directora se emocionó con aquella singular historia y se sorprendió aún más cuando constató que el hijo de ese padre, era uno de los mejores alumnos de la escuela.

El hecho nos hace reflexionar sobre las muchas formas en que las personas pueden hacerse presentes y comunicarse con otros. Aquél padre encontró su forma, que era simple pero eficiente. Y lo más importante es que su hijo percibía, a través del nudo afectivo, lo que su papá le estaba diciendo.

Algunas veces nos preocupamos tanto con la forma de decir las cosas que olvidamos lo principal que es la comunicación a través del sentimiento. Simples detalles como un beso y un nudo en la punta de una sábana, significaban, para aquél hijo, muchísimo más que regalos o disculpas vacías. Es válido que nos preocupemos por las personas pero es más importante que ellas lo sepan, que puedan sentirlo.

Para que exista la comunicación, es necesario que las personas "escuchen" el lenguaje de nuestro corazón, pues, en materia de afecto, los sentimientos siempre hablan más alto que las palabras.
Es por ese motivo que un beso, revestido del más puro afecto, cura el dolor de cabeza, el raspón en la rodilla, el miedo a la oscuridad. Las personas tal vez no entiendan el significado de muchas palabras, pero saben registrar un gesto de amor. Aún y cuando el gesto sea solamente un nudo. Un nudo lleno de afecto y cariño.

VIVE DE TAL MANERA QUE CUANDO TUS HIJOS PIENSEN EN JUSTICIA, CARIÑO, AMOR E INTEGRIDAD, PIENSEN EN TI. Autor desconocido

La democracia soy yo

Su Alteza Terquisísima
Leonardo Girondella Mora

No pretendo hacer burla, aunque lo parezca, de los sucesos alrededor del ex candidato del PRD —deben ser muchos más que los siguientes y son dignos de ser dejados a la posteridad—, pero creo que él mismo se ha hecho sujeto del llamado humor involuntario.

• El Washington Post publica un editorial sobre el candidato y éste responde de manera excelsa: “Salió un editorial del Washington Post diciendo que no hay fraude y que todo esto lo estoy inventando yo, aplicándome todos los calificativos que se me aplican aquí en el País: populista, mesiánico...

“Yo les digo, con todo respeto, a los del Washington Post, de que la investigación, nada más para que tengan un referente, la investigación que hizo ese periódico hace algún tiempo para descubrir un fraude en Estados Unidos, que llevó a la destitución de Nixon, esa investigación que hizo el Washington Post es un juego de niños, si se compara con la conspiración y con el fraude que se está queriendo llevar a cabo en nuestro país".

• Es menester considerar que cuando este candidato se dirige a alguien “con todo respeto”, ello significa que lo declara su enemigo —como en aquel memorable, “Deje de estar gritando como chachalaca, no se meta, no le corresponde, ya tuvo su oportunidad y traicionó a todos los mexicanos que confiaron en él, cállese ciudadano presidente, con todo respeto, le digo"

• De ida y de vuelta suele ir y venir este candidato arrojando a algunos medios, convertidos en estenógrafos complacientes, teorías de ciencia-ficción: “el fraude fue cibernético como bien puede verse...no, no, fue a la antigüita... aquí tengo un video... no, no, fue un fraude gigantesco que todos conocen y nadie ha visto... aquí hay otro video... sé que voy adelante en las encuestas... no, no tanto... todo es un complot en mi contra... yo soy el único que sabe lo que pasa... ¿corrupción en la gente que me rodea?... ¿cuál manifestación en contra de la criminalidad?... a todos los sobornan menos a los míos... lo mío es más grave que lo de Watergate... se necesita una revolución... voy a hacer una convención que me nombre presidente... los medios son boletines de la oposición”.

• Tiene un gran gusto por buscar comparaciones personales: “soy como Juárez, como Madero... me comparo a Jesucristo... lo mío es como lo de Ghandi... como lo de Martin Luther King... soy como Cárdenas, o como Roosevelt”.

• A las acciones violentas, les llama pacíficas. A la aplicación de la ley, le llama represión. La libertad de expresión suya está por encima de las de los otros.

Es un flamante caso nuevo de una loca combinación de Chomsky, con Luis XIV y con el Newspeak de la novela “1984” —y que lleva a frases nuevas, como “aplicar bien la ley es violar la misma ley”, “lo más pacífico es lo más violento”, “tú eres yo”, “la inestabilidad debe ser estable”, “nada es mayor a lo que yo hago”, “el más democrático de los votos es el mío”, “la democracia soy yo”, “sólo yo entiendo lo que pasa”, “todo es un complot excepto lo mío”, “informar es mentir”, “sólo mis encuestas son reales”.

• Ha redefinido al poder ejecutivo en “tener la sensibilidad de hacer suyos los anhelos del pueblo, conduciendo de manera pacífica el cambio democrático para que las leyes sean la “genuina expresión” de la voluntad popular” [página 122 de su libro] —traducción: vuelta al presidencialismo autoritario, adiós a la división de poderes y la ley es lo que el presidente decida interpretar que el pueblo quiere sin que vayan de por medio votaciones.

• Las elecciones mexicanas fueron fraudulentas, dice el candidato, y él es el único que lo sabe —todos los demás fueron engañados o son autores de la confabulación (¡otra más!) de la que él es víctima.

• La gran prueba del fraude es sencilla, según él, y consiste en la negación de las autoridades electorales de hacer el conteo de votos otra vez todos —afirma que esa negativa es la prueba fehaciente del fraude. De acuerdo con esto, todos los mexicanos somos culpables de narcotráfico si es que negamos estar involucrados en esa actividad —o todos somos ladrones de coches por el simple hecho de negar serlo.

• Nombra él una Convención Democrática de la que dice que obedecerá sus dictados, incluso el mandato de nombrarlo presidente —es decir, él nombra a sus amigos como miembros de la convención y luego sus amigos lo nombran a él. Debe tratarse de un nuevo sistema político, la amicocracia, por medio de la cual sus amigos nombran al presidente y quienes no son sus amigos son considerados facciosos pertenecientes a un complot.

• Y, dentro de su extraña forma de pensar, él tiene ahora derecho de dar un golpe de estado y tomar el poder —la razón es sencilla, en su opinión las elecciones fueron un golpe de estado y él restaurará la democracia. Si de Hugo Chávez se ha dicho que pertenece al narcisismo-leninismo, el candidato del PRD puede ser ahora llamado Su Alteza Terquísísima.


Se está frente a una personalidad que psiquiatras de todas partes del mundo y de todos los tiempos pelearían por analizar —he oído eso, pero no sé si sea cierto, lo que me importa es que en un lento proceso de democratización que ha costado años y muchos esfuerzos, ha ahora aparecido un personaje que puede echarlo todo a perder.

El error del votante

La columna de Denise Dresser

“Cuando éramos huérfanos” es el título de una columna de Denise Dresser, publicada aquí y aquí. Las ideas de la columnista son dignas de examinar.

• Dice al inicio “amo a México con un amor perro... vivo de mi trabajo y puedo mantener a mi familia con él... Algo está mal cuando las personas que trabajan para mí -la nana y el chofer y el jardinero- no tienen ninguna expectativa de ser más de lo que son hoy.”

• Continúa, “... siempre pensé que AMLO tenía el diagnóstico correcto pero no las soluciones adecuadas. Que peleaba por una buena causa pero no con armas modernas”.

• Sigue con, “... pensé que una victoria de AMLO ofrecía la oportunidad para sacudir las cosas... miro lo que está haciendo Andrés Manuel López Obrador y me desconcierta... Veo a un hombre cada vez más combativo... Veo a alguien que confirma, paso a paso, todo lo malo que se decía de él...”.

• Más aún, “... López Obrador se está radicalizando... no está buscando el recuento de los votos, sino la anulación... Su papel ya no es seguir las reglas del juego sino romperlas... ya no es atemperar para gobernar sino azuzar para polarizar. Para ser el presidente moral del sur de México”.

Una columna que establece esa posición es material precioso para los opositores de López Obrador —una persona inteligente vota por él y más tarde se arrepiente debido a la conducta radical de ese candidato. Pero hay mucho más que eso en la columna de Dresser —su proceso de decisión de voto es digno de examinar. Y a ello me dedico a continuación:

1. Su evidencia cotidiana de que algo está mal en el país es que “las personas que trabajan para mí -la nana y el chofer y el jardinero- no tienen ninguna expectativa de ser más de lo que son hoy. Cuando no tienen ninguna posibilidad de aspirar a algo más porque el país no se los ofrece. Cuando sexenio tras sexenio un presidente u otro les da tan sólo más de lo mismo. Cuando saben que la vida de sus hijos será -en el mejor de los casos- una versión facsimilar de la suya. Esa vida precaria, estancada, difícil. La que tantos con quienes comparto el país padecen”.

La columnista tiene toda la razón a mi entender —México no está bien, o al menos no también como podría. La percepción de pobreza, o de estancamiento personal, no es nada mala evidencia de lo que afirma Dresser. Por mi parte, veo esto con dos elementos —el positivo es la estabilidad monetaria y económica, que es indispensable; y el negativo es la falta de aprovechamiento de esa estabilidad para crecer, debido a carencia de modernización institucional y legal.

2. Dice Dresser que “por eso el 2 de julio voté por Andrés Manuel López Obrador” por la existencia de esa “vida precaria, estancada, difícil” que tantos tienen.

3. Ella fue de “esos votantes indecisos hasta el momento de entrar a la casilla y una vez adentro opté en función de una sola razón: no podía votar por una persona que piensa que el país está bien. No podía votar por un partido que ofrece sólo la continuidad. No podía formar parte de aquellos que piensan que el país funciona...”

4. E insiste en un voto dudoso, “voté con ambivalencia, porque a lo largo de la campaña siempre pensé que AMLO tenía el diagnóstico correcto pero no las soluciones adecuadas. Que peleaba por una buena causa pero no con armas modernas. Que sabía lo que no funcionaba pero no tenía propuestas coherentes de política pública para arreglarlo. Nunca me convenció la idea de sembrar árboles por el sureste o construir trenes bala”.

Es aquí donde me detengo para señalar lo que pienso es un error de decisión, de Dresser y de muchos otros —votar por las intenciones sin considerar a las estrategias. Según Dresser, López Obrador “tenía el diagnóstico correcto pero no las soluciones adecuadas. Que peleaba por una buena causa pero no con armas modernas”. Ésa es la equivocación más grande que puede cometerse, la de votar por quien se cree que señala una situación real, pero que simultáneamente propone las soluciones incorrectas.

Considérese el símil del médico que señala correctamente la enfermedad en un diagnóstico impecable —pero que receta el tratamiento desacertado, lo que equivale a no curar la enfermedad tan atinadamente señalada e incluso, empeorarla. En resumen:

• El error de Dresser fue el de muchos otros —el de votar por un candidato que tenía un buen objetivo central, pero que al mismo tiempo tenía las peores estrategias de solución.

• La desilusión de Dresser es la de muchos otros también —la de ver que su candidato se ha transformado en un Frankenstein político que todo lo quiere destruir.

El rapidin

¿Quién designó a los miembros del comité organizador de la Convención Nacional Democrática (CND)?: R= López Obrador.
¿Qué función tiene el comité?: R= designar a los delegados con voz y voto en la CND.
¿Y qué va a hacer la CND?: R= designar Presidente de la República al que los designó delegados.
Es decir, a López Obrador. Qué bonita democracia. Ni don Porfirio.

Historias del poder

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La calle: el miedo y la furia

Carlos Ramírez_______
www.indicador-politico.com.mx
cramirez@lacrisis.com

Si quisiera dimensionarse el tamaño de la crisis política, el choque de perredistas con la policía el pasado lunes 14 exhibió los perfiles de una ruptura institucional: legisladores del prd prefirieron la protesta callejera que la posibilidad de reformas políticas en los espacios de la Cámara de Diputados. La calle, pues, le ganó al parlamento.

Los legisladores del prd, que son la segunda fuerza en la Cámara de Diputados y empatados con el pri como segundo partido en el Senado, prefirieron el conflicto violento en las calles que el reforzamiento de las instituciones legislativas. La opción asumida por el prd es significativa: el choque callejero.

El prd no ha entendido la dimensión de su saldo electoral del pasado 2 de julio. Como partido, ha sido convertido en un grupo de presión y en una fuerza de choque de López Obrador. Los plantones en el corredor Zócalo-Madero-Juárez-Reforma son una expresión paradójica de la debilidad política del prd y de la ausencia de un enfoque estratégico: ha preferido la exaltación del caudillo personal que la capitalización del avance político-electoral en el ámbito legislativo.

Es decir, el prd ha preferido la insurrección callejera que la reforma desde el parlamento. Como segunda fuerza en el Congreso, el prd enfrentaba el enorme desafío de convertirse en el pivote de la transición a la democracia. Pero al final el partido hubo de capitular ante las exigencias del agitador social: el prd ha comenzado a perder base social no perredista con su acción de asentamiento irregular, ilegal y violento en una de las arterias más importantes de la ciudad de México.

El prd, por tanto, ha demostrado que no le interesa la vía institucional sino el asalto al poder político. Los legisladores que quisieron instalar un campamento en el Palacio Legislativo malgastaron su capital político. Hubieran podido hacer mucho más en el parlamento que el ridículo bajo los toletes y los gases lacrimógenos de la Policía Federal Preventiva. Por tanto, los perredistas demostraron que siguen sin comprender que se mueven en una sociedad madura y operan como si estuvieran en una asamblea estudiantil de cualquier prepa popular.

Lo malo de todo es el fracaso del pensamiento político de la izquierda perredista. El prd se formó con, cuando menos, tres corrientes ideológicas: el Partido Comunista Mexicano, los ex priístas cardenistas y los grupos radicales de la izquierda marxista. La oferta política de López Obrador, sin embargo, carece de referentes ideológicos. Se basa en la movilización social y en la conquista del poder para ejercer el poder desde el voluntarismo del caudillo.

Con un tercio de los votos, la izquierda del prd se hubiera colocado como la pieza clave del cambio político. Pero el perredismo ha malgastado, y de manera lamentable, su capital político con la batalla perdida de López Obrador por aferrarse a la presidencia de la república. Y lo peor ha sido la ofensiva de confrontación contra la sociedad al tomar las calles como espacio de lucha y tomar a la ciudad de México como rehén político.

A diferencia de 1988, el país tiene hoy espacios institucionales que garantizan la alternancia. El choque provocado de la calle contra el parlamento se va a convertir en la peor derrota de un prd que tomó el camino institucional de las elecciones pero que se quiere apropiar de la presidencia de la república con batallas callejeras.

En la calle, al final de cuentas, se expresa sólo el miedo y la furia, no la política.

A la sombra

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Ilustración de Rafael Hernández Herrera basada en la obra Demócratas, de G. Burnham (1809-1882).

Andrés Manuel López Obrador está dispuesto a todo con tal de ver realizada su ambición: gobernar a México. De manera gradual, o más bien, por aproximaciones reflejas, aunque deformantes de la realidad, lo ha ido cumpliendo. Simuló, primero, un tribunal que resolvió de manera sumaria y anticipada su triunfo, pero ello como imagen refleja del tribunal real, el tepjf. (Antes había simulado el escrutinio de las casillas y cómputo de las juntas distritales con una organización refleja a la organización ciudadana y del ife). Para suplantar la instalación de la lX Legislatura viene convocando una asamblea popular donde legislará junto con su pueblo las nuevas normas que habrán de purificar al país y modernizar las instituciones de gobierno. Tan cierto está de gobernar a México que no se da cuenta de su truco: sólo tiene que convertirse en sombra de Felipe Calderón de manera anticipada para sentir que él también es el presidente de México.

El más feliz del mundo y Eso nomás

Dos estupendas canciones que llegan, y llegan hasta los huesos…

EL MÁS FELIZ DEL MUNDO


Me dio la espalda la fortuna una mañana
Y me quede con una cama y una silla en un desván
Con varios libros y una llagas en el alma
Que con el tiempo he tratado de curar.

Pocos amigos intentaron ayudarme
Apenas uno he podido conservar.
De los amores ni preguntes tú ya sabes
Que las palomas vuelan siempre a donde hay pan.

Más desde entonces soy el más feliz
El más feliz del mundo en que nací
Porqué ya se que la felicidad
No esta ni en el placer ni en el que tiene más
Esta solo en aquel que encuentra la verdad
Un día...

Si, desde entonces soy el más feliz
El más feliz del mundo.


ESO NOMÁS

Cuando ya no estemos juntos
Y la gente te pregunte
Que es lo que he sido en tu vida

Diles que fui importante
Que me has querido bastante
Y no estás arrepentida

No les hables mal de mí
No te vale ser así
Que no soy un enemigo
Dios es testigo
Cuánto te amé

No les cuentes mis defectos
Di que fui casi perfecto
Aunque sepas que es mentira

Que si no nos entendimos
Así lo quiso el destino
Que son cosas de la vida

Háblales de mis virtudes
De mis buenas actitudes
De lo lindo que sentimos

Que si estamos separados
Es que el amor se ha acabado
Pero que es eso nomás.

No todo fue sufrimiento
Tuvimos buenos momentos
Cuando el amor era todo

Después llegó la tormenta
Fueron aguas turbulentas
Pero a pesar de eso todo

No les hables mal de mí...

Prepreprecampaña

Ahora que AMLO se cree Zapata, comparó su Convención Nacional Democrática con el Plan de Ayala. Bien. El Plan de Ayala “desconoce al señor Francisco I. Madero como Presidente de la República, procurándose su derrocamiento”. Y “reconoce como Jefe de la Revolución Libertadora al C. General Pascual Orozco”. La historia, dice Marx, se repite: una vez como tragedia y otra como sainete.

Rebasé los setentas sereno, apacible, al percibir que envejecía sin resentimientos. No contaba con Andrés Manuel López Obrador. Me aguó el final. Estoy flaqueando; de pronto me encuentro lleno de pesares y de enojos.

Sí, estoy enfurecido. No se vale lo que le está haciendo a los pobres, que son, ciertamente, a los primeros que perjudica; ni a las instituciones, a las que está triturando; ni a la democracia, en cuyo nombre promueve toda clase de arbitrariedades. Escucho a personas buenas, de diferentes clases sociales, quejarse con amargura del “fraude electoral”. Eso les vendieron, eso compraron. ¡Imperdonable!: el golpe a la credulidad de tener elecciones confiables es un daño inconmensurable.

Otro damnificado en grado extremo es el PRD, cuya imagen de rijoso y atrabiliario empezaba a quedar en el olvido. De veras no se vale. Menos aún porque en la misma noche del 2 de julio AMLO sabía perfectamente bien que tenía menos votos que Felipe Calderón, pero su sagacidad política, de la que nadie duda —se fortaleció en las tinieblas—, le hacía saber también que lo reducido del margen sumado a su marrullería y malicia connatural le daban para mucho.

Y tomó la decisión de hacernos la vida de cuadritos. Se está dando el lujo de lucir y perfeccionar su capacidad de liderazgo. Nos ha tomado como sus conejillos de indias y hace mediciones acerca de nuestra mansedumbre; quiere saber hasta cuándo tendremos el valor civil de decirle ¡ya basta!, experimentos todos que tienen como horizonte el 2012.

Los demasiados artículos habidos (Zaid dixit) de los demasiados doctos que hay en política no han captado, por eso, por doctos, que no presenciamos el final aterrador de la campaña del 2006, sino el arranque —¡caray!— estrafalario, de la campaña de López Obrador para la siguiente elección presidencial.

Nos va a llevar al límite, vienen nuevas y terribles amenazas, pero a las doce y cinco (ojalá que fuera al cuarto para las doce), de pronto, dirá algo así como ”¿ya se dieron cuenta de quién soy y de mi fuerza, de lo mucho que puedo agitar?; bueno, los perdono, pero nos vemos dentro de seis años”. Y se lo vamos a agradecer.

Sí, aun cuando usted no lo crea, terminará por alzarle la mano a Calderón. Y créalo o no, usted, yo y todos vamos a estar felices. ¡Gracias, AMLO!

Hay más: aunque usted no lo crea, y a tono con lo que recientemente sugirió Rodríguez Zapatero, será una oposición constructiva, coadyuvante, una izquierda moderna y, porque tenemos mala memoria, nos va a conquistar. Es un bonzo sagaz, que sabe en que momento achicar la mecha. Su inmolación tiene límite y como meta, repito, el 2012.

Desde el 2000 nos marca el paso; impone la agenda, que el horario de verano, que los machetes de Atenco, por sólo citar dos ejemplos.

Así las cosas, pues, estamos en los prolegómenos de su próxima campaña presidencial. Hagan sus apuestas. Por el PRD, todo él… Pero Marcelo no se va a dejar; rapidito, se convertirá en su peor enemigo. Es el primer perjudicado con lo que pasa: por segunda ocasión sus posibilidades pudieran diferirse (Salinas-Camacho-Ebrard) y con toda la enorme fuerza y recursos del D.F., de los que ya gozó AMLO para proyectarse (mayorías casi absolutas en delegaciones y en la Asamblea; ambulantaje, taxis piratas… y lo que se acumule), pasa a ser un adversario de peso harto considerable.

Y están Monreal y Cota; y en la parte buena, el joven Cárdenas, que sabe sonreír y es conciliador… Los Cárdenas habrán de ir por la revancha.

En el PAN no hay más carta que la de Josefina Vázquez Mota, ¡pero qué carta!, extraordinaria, de primera. Llegará un momento en que las presidentas sean cada vez más: Chile, Alemania, Hillary…

Sin que ello sea novedad, donde sobran aspirantes es en el PRI, o como ese partido se llame cuando eso suceda: hay un buen grupo de gobernadores, unos ahora muy jóvenes, otros no tanto, que parecen de primera (González Parás, Bours, Peña Nieto, Moreira) y que nada tienen que ver con la cultura y los modos que el 2 de julio dejó bien claro que la gran mayoría repudiamos; y el mismo Jackson, que seguramente aprendió cómo actuar responsablemente para poder ser un candidato respetable por el partido del cual será presidente. Y habrá los hasta ahora independientes, encabezados por Juan Ramón de la Fuente, sin descontar al Doctor Simi, quien eligió esa vía para publicitar sus negocios.

Sí, ¡arrancan, hagan sus apuestas!

Qué, ¿no cree usted que dentro de un rato AMLO se mostrará razonable para que todo eso se dé? Bueno, la verdad es que yo ya tampoco lo creo, y esto, a partir de que en las últimas veces que lo he oído hablar en sus diarias “asambleas” (vaya eufemismo), me ha dado la impresión, dicho sea esto con todo respeto, de que al susodicho se le botó durísimo el chango. Con todo respeto, digo, ¡se volvió loco, Barbarito!

Humberto Murrieta N.

Primera muestra de una auténtica vocación política lo es, en todo tiempo, que un hombre renuncie desde el principio a exigir aquello que es inalcanzable para él.

Carne de provocación

El hecho de que el partido que lo llevó a las puertas de Palacio Nacional esté en aptitud de ejercer un poder compartido con otras fuerzas, desde el Legislativo (con la votación más alta y el mayor peso parlamentario en su historia) no constituye para Amlo una alternativa aceptable.

Para él eso es nada y lo arroja por la borda a cambio de seguir luchando por el todo: el proyecto de ejercer el poder total que se disponía a reconcentrar en el Poder Ejecutivo si hubiera ganado la Presidencia de la República.

Por eso hoy no le importan su partido ni los que se le unieron. Al menos no en su función de ejes para impulsar políticas de acción y de alianzas parlamentarias con miras a negociar programas legislativos y acuerdos en asuntos fiscales y presupuestales, como suelen hacer las segundas fuerzas en los congresos de las democracias avanzadas, y más cuando han quedado tan cerca de las primeras.

Si se atiende al programa de acción de Amlo, coreado por sus secuaces, de aquí a mediados de septiembre, no hay más encomienda para los legisladores de su partido —y de los demás partidos de su Coalición— que la de, primero, actuar —como actores de reparto, en el papel de carne de provocación— para tratar de reventar la conclusión del proceso electoral y la consecuente declaratoria de presidente electo, a cargo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Luego les espera —a estos legisladores— el papel de stunt persons, mujeres y hombres que aparecen en las escenas fílmicas de acción y de peligro, en el espectáculo que Amlo les ordenó que le organizaran para el 1 de septiembre, con el objeto de descarrilar la ceremonia del último informe del presidente Fox ante el Congreso.

O, por lo menos, para decirlo con el bucólico vocero del PRD, para que el informe no sea la escenificación de un “día de campo” presidencial.

De allí el desconcierto ante la acción policiaca que levantó las tramoyas para las escenas peligrosas que querían instalar decenas de extras al mando de dos diputadas-stunt women designadas por el director y protagonista del espectáculo.

Y de allí también los insólitos parlamentos que el protagonista les ha impuesto a las autoridades locales, reducidas por Amlo a papeles bufos: de cínicos de carpa, que apoyan y aplauden la ocupación ilegal de la ciudad, del Zócalo al Periférico por Reforma, al tiempo que denuncian, como lo ha hecho Alejandro Encinas, los problemas de circulación resultantes de las maniobras para evitar que el asalto se extienda al Palacio Legislativo.

Otro llamado a escena programado por Amlo para “sus” legisladores será, dos semanas después, para que actúen como extras aclamando, la noche del Grito, a su caudillo en el papel de Miguel Hidalgo.

Intolerancia

Y al día siguiente los hará debutar como paisaje popular en la Convención que fundará la “República Obradorista”, quizás con algún otro nombre, como el de “Bolivariana” que el caudillo de Venezuela le puso al régimen chavista.

El único desempeño que no espera Amlo de sus legisladores es el de que pretendan hacer política en los espacios de la República legal, que por lo mismo el caudillo ha bautizado como República simulada.

Nada de negociar: conceder y obtener, avanzar y consolidar, entre estancamientos, retrocesos, indefiniciones y ambigüedades, como ocurre en las democracias con poderes de decisión en equilibrio.

No sólo porque aceptar esas reglas de las democracias modernas y sus poderes diluidos imposibilitaría la consolidación de poderes protagónicos (caudillos y líderes providenciales).

Sino por algo más ligado a la estructura de la personalidad de este tipo de personajes. Se trata de un rasgo típico de la personalidad autoritaria, estudiada por Theodor Adorno en 1950 en una obra colectiva con ese título: un rasgo radicalmente incompatible con la democracia moderna y la diversidad de matices, de posturas y de intereses en acción que la conforman: la intolerancia a la ambigüedad.

Las opiniones de estos actores son tajantes, extremas, no admiten diálogo ni debate en materia alguna. El programa de Amlo es inamovible y fue dictado en el Zócalo el domingo.

Por ejemplo, ni discutir siquiera —mucho menos negociar— cambios en la situación de la industria energética, como resultado de un proceso de debate y negociación. La negativa a la participación de capital privado es un tema que no admite ambigüedades (como ninguno otro). Todo se vuelve artículo de fe y la fe no se negocia. Y menos desde situaciones de equilibrio de poderes, que imponen situaciones de indefinición y de ambigüedad que a su vez orillan a ceder si se quiere obtener algo a cambio.

Eso es propio de la “república simulada” de los muchos puntos de vista y de los muchos intereses, que hay que echar abajo para erigir la república de una sola voz, de una sola voluntad.

José Carreño Carlón

Cuando la política promete ser redención, promete demasiado. Cuando pretende hacer la obra de Dios, pasa a ser, no divina, sino demoníaca.

Lástima: nos ha dado la razón en todo

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EL RECUENTO CONFIRMA

A punto de terminar anoche el recuento que forzó López Obrador, el resultado sigue confirmando: el 2 de julio el ganador fue Felipe Calderón. Pero como el tribunal dará ganador en diez días, hasta revisar la impugnación de cuatro mil casillas por el PAN, y analizar las quejas por irregularidades, anoche se desató una guerra de cifras entre PRD y PAN.

Lo real es que el reconteo no cambiará sustancialmente las cifras conocidas. López lo sabe y por eso adelantó que no aceptará el resultado. Como no respeta a los más de 42 millones de mexicanos que trabajaron en el proceso, que lo representaron en las mesas, que votaron. Ni a los conteos de salida, al PREP, al IFE.

López pierde el piso

Descalificó encuestas y medios, al Congreso y Suprema Corte, al gobierno, IFE y TRIFE. Ayer López Obrador retó a las Fuerzas Armadas. Anunció que el 16 de septiembre estará, con su convención nacional democrática —al estilo del EZLN—, en el Zócalo durante el desfile militar. ¿Qué quiere López después de que las instituciones siguen ratificando su derrota y niegan la anulación de la elección? Pues, reta a los militares, como última esperanza de una pelea que le dé los mártires que justifiquen su “resistencia”.

¿Política?… no, plantones

Antes del desfile, López buscará pelea en el Trife el día que se declare ganador a Calderón y en el Congreso al instalarse la Legislatura. En septiembre lo hará el 1 en el VI Informe de Fox; y el 15 para impedir El Grito. Ayer, en su asamblea en el Zócalo, López propuso estas acciones a escasos seguidores, que le dieron el “sí”. Y como sabe que Calderón será Presidente, no anuncia acción política, sino plantones que “pueden durar años”.

Siguen dejándolo

En Tlaxcala el PRD dijo que no hará plantones, porque sólo dañan a la gente. Otros lo seguirán. Aquí, Horacio Duarte, que representa a López en el IFE, lo contradijo en el programa “En Contexto”, de TV Azteca: “… la decisión del Tribunal es una última instancia… la tenemos que acatar, y punto”. Y que el PRD ni el PT ni Convergencia se saldrán del proceso legal. “La resolución del Tribunal tendrá carácter de cosa juzgada, jurídicamente hablando”, sentenció Duarte.

¿De cuánto será la paga?

Hay quienes ganan mucho en los plantones. El sábado, como a las 20:00 horas, un tipo bien trajeado salió de una carpa del Zócalo y fue a la joyería “Azteca”, de los portales. ¿Cuál quieres? Le preguntó el joyero cuando miraba esclavas de oro. El hombre escogió
una gruesota, y pidió que le graben su nombre. Mientras lo hacían, el tipo iba y venía hacia la carpa. Al fin, luciendo la joya grabada, regresó al plantón.

RESUMIENDO

El mismo día y en el lugar donde debe realizarse el desfile militar del 16 de septiembre, AMLO hará una “Convención Nacional Democrática”. Tratará de impedir que le entreguen la constancia de mayoría al ganador de las elecciones presidenciales. Y la noche del grito en el Zócalo hará, ahí mismo, una “verbena popular”. Pura provocación. Lástima: nos ha dado la razón en todo.

Definiciones

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La radicalización de López Obrador está a la vista. Ayer en el Zócalo adelantó que va a (intentar) impedir la toma de posesión de Felipe Calderón como Presidente de la República. Es decir, sabe que el recuento de votos en las casillas que impugnaron y que ameritaron su apertura, no le favorece a él. Ganó Calderón. Ante ello llamó a sus simpatizantes a llevar la movilización hasta sus últimas consecuencias.

¿No que era una exageración decir que López Obrador iba por el golpe de Estado? López Obrador delineó en cinco puntos las acciones a seguir de aquí al 16 de septiembre, fecha en que realizará la “Convención Nacional Democrática” (nombre tomado del EZLN). Y luego remató con un mensaje claro de que “no vamos a permitir la imposición”. En su discurso del Zócalo, López Obrador optó por la vía golpista para acceder al poder o para impedir que lo ejerza el ganador de las elecciones. Anunció que va a combatir a las instituciones democráticas y a las resoluciones que de ella emanen.

Lo que está en juego, pues, es la democracia en México. La Convención Nacional Democrática a la que convocó, se realizará el mismo día y en el mismo lugar donde debe realizarse el desfile militar. La provocación es frontal. Para López Obrador la democracia no es el camino. El camino es la confrontación y el golpismo. Por eso mantiene y aumenta su vigencia la pregunta realizada a los integrantes del ala democrática del PRD: ¿qué van a hacer? ¿Van a permitir que López Obrador y Camacho Solís lleven al país a un enfrentamiento violento por su ambición de poder? ¿Van a permitir que se destruya el PRD en una aventura golpista?

El PRD ha perdido en semanas lo que le costó ganar en muchos años. López Obrador pierde base social y pierde legitimidad de manera acelerada. Muchos de los que votaron por él son demócratas y se sienten sorprendidos por la aventura golpista del ex candidato presidencial. Se está aislando, y se aísla cada día más. Eso es peligroso, pero no hay más remedio. No deja lugar a otro camino. O le entregan la Presidencia o va al choque. ¿Lo va a acompañar el PRD a ese choque? ¿Lo va a acompañar Alejandro Encinas y la policía del Gobierno del Distrito Federal a ese choque?

Su aventura será la culminación de todo lo que se dijo de él. López Obrador confirma paso a paso que teníamos razón cuando repetíamos durante los cinco años de su gobierno que no tenía más objetivo que el poder por el poder. Si lo animara una voluntad de transformación democrática de las instituciones y de las relaciones de poder en el país, usaría la enorme fuerza parlamentaria que los votantes le dieron el dos de julio para impulsar esos objetivos de cambio. Pero renuncia a la utilización de los instrumentos de la democracia y toma el estandarte de las movilizaciones, el boicot y las marchas.

Es la marcha de Mussolini sobre Roma. Esperemos que en México los encargados de proteger el sistema democrático no se dobleguen ante López Obrador, como el rey Víctor Manuel ante Mussolini. Vicente Fox es el primer responsable de garantizar la democracia y el estado de Derecho en el país. Pero no es el único. También los partidos políticos. El PRD tiene la responsabilidad enorme de evitar que aventureros de sus filas destruyan la democracia en México. Los gobiernos estatales tienen responsabilidades en esta hora. Entre ellos, en primerísimo lugar Alejandro Encinas, gobernante de una ciudad ocupada contra la voluntad de sus habitantes.

¿Dónde están los políticos demócratas de la izquierda mexicana? ¿Dónde están los intelectuales democráticos? ¿Creen que fue una broma la cita de Stalin en el documento presentado por el equipo de López Obrador ante el Tribunal Electoral? ¿Creen que es una puntada humorística el retrato de Stalin en el Zócalo, junto a la bandera nacional? ¿Creen que es casualidad que el equipo logístico de López Obrador entretenga a su gente en los plantones de Reforma con videos de Hugo Chávez? ¿Siguen creyendo que López Obrador es un demócrata, a pesar de que nunca en su carrera política ha aceptado una derrota?

Para los que están en la duda de ir o no a la aventura golpista de López Obrador, que además la convoca en nombre de la democracia (¡), no está de más sugerirles el siguiente texto de Felipe González, presentado después de su derrota electoral en 1996. El dirigente de los socialistas españoles había perdido por 300 mil votos de diferencia. Dice:

“Mi convicción profunda de que lo que define a la democracia es la aceptabilidad de la derrota. La aceptabilidad de la victoria es facilísima. Todo mundo está dispuesto a aceptar la victoria en un sistema democrático o no democrático. Sin embargo no sucede así con la aceptabilidad —no la aceptación, que es un momento— de la derrota con carácter previo y posterior al momento incierto, que es esencial para la democracia, en que el ciudadano vota entre una, dos o tres o cuatro alternativas entregando su soberanía individual en manos de líderes y grupos políticos determinados. La aceptabilidad de la derrota es lo que define a un régimen democrático maduro. Se trata de la aceptabilidad de la derrota, no de la victoria”...

“La aceptabilidad previa cualifica a las fuerzas políticas en presencia, porque se comprometen a competir no para ganar, sino para tener una razonable igualdad de oportunidad de ganar o de perder. La democracia tiene un elemento de incertidumbre muy fuerte. Y esa incertidumbre tiene que ser compensada con un compromiso cívico de las opciones, que son ofertas políticas, de aceptar las reglas del juego y, por tanto, de aceptar la hipótesis de la derrota, que es lo que elimina la incertidumbre a partir del pronunciamiento de los ciudadanos”...

“Un factor clave para la aceptabilidad de la derrota es la lealtad constitucional. Algunos creen que las reglas del juego constitucional no son respetables si no coinciden con su apreciación de lo que debe ser la inclusión democrática pluralista. Por tanto, lo primero es la lealtad. Lealtad incluso cuando se nombra un árbitro que interpreta La Constitución, como es el Tribunal Constitucional. A mí no me gustan todas las sentencias de ese Tribunal en España, lo cual no quiere decir que lo descalifique. Aunque no sea la interpretación que me gusta la acepto, porque si no, la convivencia democrática sería imposible”...

“Una democracia incluyente de la diversidad, tiene que ser una democracia excluyente de la violencia. Porque en la democracia se gana por los votos y se renuncia a ganar por las botas (por la fuerza). Hay que optar: o los votos o las botas. Pero quien opta por las botas (por la fuerza) no puede esperar de ninguna manera que los demás le pongan paños calientes por aquello de la tolerancia. El respeto a la otredad significa incluirlo en las reglas del juego, pero la legitimidad democrática del uso de la fuerza se reserva al Estado democrático y nadie más la puede usar”...

“Si un político, al día siguiente de una confrontación electoral o el mismo día porque ha perdido, no digo porque hayan fallado las condiciones de igualdad razonable de oportunidades, sino simplemente porque ha perdido, porque no ha sabido ganar, aparece en los medios públicos afirmando: `Esto es un fraude no podemos aceptarlo´ —nunca dirá `no puedo aceptar´, sino que dice `no podemos aceptar la derrota´— eso puede provocar una ruptura del sistema extremadamente grave en la que con frecuencia ni siquiera se piensa en ese momento pasional en el que deslegitima el resultado. Quien diga eso sin razón, es decir, habiendo perdido por sus propios méritos y no porque no ha tenido condiciones para ganar, se descalificará definitivamente como líder político”...

Esa es la disyuntiva del PRD y todos los demócratas del país. Rechazar el golpismo de López Obrador y mantenerse leales a la democracia, o contemplar impasibles la aventura y acabar aniquilados políticamente.

Primero los bonos

Cien mil pesos por un día de trabajo. Es el monto que se aprobaron los miembros de la Asamblea Legislativa del DF por un mini periodo extraordinario para nombrar magistrados y jefes delegacionales sustitutos. No discutirán propuestas que puedan afectar el plantón que estrangula a la ciudad que dicen servir. ¿Primero los pobres? No. Primero los bonos. Y si son para la Causa, qué mejor.

A pagar todos por AMLO

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Terminó la semana laborable con más de tres cuartas partes de los votos recontados sin indicios de que vaya a variar —mañana que concluya el recuento ordenado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación— el resultado de la elección del 2 de julio.

Y lejos de emprender una estrategia de control de daños tras el resultado final de la campaña electoral —y tras los primeros 40 días de costosa campaña postelectoral— Amlo, sus estrategas y sus (cada vez menos) seguidores continuaron infligiéndole daños al país y auto-infligiéndose daños adicionales con sus ilegales desplazamientos y obstrucciones contra las libertades de los particulares, el patrimonio público y los derechos de las personas físicas y morales.

En realidad sí se registró ayer —el último día laboral— un intento de control de daños en uno de los flancos más auto-perjudicados del bando perredista, por las acciones inconsultas de su derrotado candidato presidencial: el gobierno perredista del Distrito Federal.

Consumido el merecido prestigio que llegó a tener su actual titular, tras doblegar el poder y la investidura del gobernante al capricho del ex gobernante local y ex candidato presidencial, y acumuladas por miles de millones las pérdidas arbitrariamente impuestas a los particulares por la ocupación ilegal de la ciudad, del Zócalo al Periférico, Alejandro Encinas resolvió otorgar una compensación fiscal a los hoteleros y restauranteros, no sólo en discriminación de todos los demás particulares afectados, sino disponiendo discrecionalmente de las finanzas públicas del Distrito Federal.

Eso y no otra cosa significa que los restaurantes y hoteles que operan en el Distrito Federal dejen de pagar impuestos locales en forma retroactiva, a partir del primero de agosto, como una medida para amortiguar las pérdidas provocadas por el plantón, los bloqueos y las marchas que ordena Amlo, de acuerdo a la información aportada ayer por el Consejo Empresarial Turístico Empresarial y la Asociación de Hoteles de la Ciudad de México.

Los daños generados por Amlo, con cargo a los habitantes del DF.

Y no es que se dude que esa compensación “es —como dice el director de ese Consejo privado— un pequeño paliativo para el costo tan alto que toda esta situación provoca en los restaurantes y hoteles de la capital”, sino que, primero, si el jefe de gobierno hubiera cumplido sus responsabilidades para proteger a los gobernados de la acción ilegal ordenada por el caudillo de su movimiento, no habría pérdidas qué compensar. Y, segundo: el monto que dejará de percibir la tesorería del Distrito Federal con esa medida es un costo para la ciudad y una carga para todos los contribuyentes, carga y costo impuestos sobre los habitantes de la ciudad, para pagar los daños que de manera flagrante están —impunemente— generando, induciendo, ordenando infractores por todos conocidos.

Si la actividad turística aporta 8.1% del PIB del DF y si el costo para las arcas de la capital del país pudiese superar 40 millones de pesos mensuales, ya que sólo por el impuesto de hospedaje se recauda en promedio 8 millones de pesos al mes, la creciente conciencia ciudadana del principio de rendición de cuentas de los gobernantes estará ahora prendiendo focos de alerta sobre las responsabilidades de los infractores y la lenidad de las autoridades.

Y, lo más costoso para el propio partido de Amlo: la exhibición, a escala local, nacional e internacional de esta forma de ejercicio o no ejercicio del poder público, de la que el resultado de las urnas salvó al país, y que seguirá menoscabando el capital político acumulado por el PRD, registrado en la votación más alta que haya tenido esta formación en sus diferentes denominaciones a lo largo de la historia.

Amlo insiste en deshacer entre sus manos las altas tasas de aceptación registradas en las urnas, en los estudios de opinión, en las tomas de posición de personalidades sociales relevantes y en las simpatías e inclinaciones de una parte apreciable de los medios nacionales e internacionales.

En México pierde crecientemente la credibilidad que lo favorecía, como la pierden los reductos mediáticos nacionales que permanecen afines a sus conductas contra la población.

El peje quiere dictar las noticias...

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Dice que su lucha es por la democracia, pero no tolera el menor disentimiento. Para López todos los que no piensan como él ni lo apoyan viven en el error.

Ya como jefe de gobierno, cuando a costa de nuestros impuestos medró del cargo para enfrascarse en una larga pre campaña que no le acabó rindiendo los frutos que él esperaba, se molestaba cuando eran cuestionados sus segundos pisos y sus programas de apoyo a ciudadanos de la tercera edad.

López siempre ha sido de piel delgada, quizá por ello ahora le brota herpes en algunas partes y por eso los campamentos del Zócalo fueron fumigados para evitar contagios y para acabar piojo por piojo y ladilla por ladilla.

Ahora en su esquizofrénico berrinche postelectoral ha reiterado que entre sus enemigos inventados se encuentran los medios de comunicación, aunque tardíamente acota que son “algunos, no todos”.

El caso es que a López no le gusta que los medios dejen de difundir sus faraónicas proclamas que parecen sacadas del monólogo de Adal Ramones, ni que lo critiquen, pues eso, según él, es no estar a la altura, sino ser alcahuetes de la derecha. Entonces para estar a su nivel ya hay que dirigirse a él como su alteza. ¿O será bajeza?

Así como destina millones de pesos para mantener el secuestro de la ciudad y sus asambleas político-cómico-musicales-trotskisto-kitsch-chaplin-hitleriano-stalinistas, López ha de recordar que hay recursos como la inserción pagada, el desplegado y la compra de tiempo con los que aseguraría que sus edictos en turno se difundan al pie de la letra tanto en prensa escrita como en medios electrónicos.

El Peje sería feliz si este espacio se destinara a su causa en vez de cuestionarlo por sátrapa. Vale recordar que con la caída del muro de Berlín se acabó la prensa monolítica representada por diarios como el soviético Pravda. Quizá uno de los últimos resquicios del periodismo que le gusta a López sea Granma de Cuba. Pues que allá o a Venezuela se vaya a hacer su escándalo, ¿no? Como dice él, parafraseando al personaje cómico de Margara Francisca, vendedora de quesadillas, interpretado por el actor Eduardo España: “Con todo respeto”.

REALIDAD. El Peje y su cardumen en su cerrazón a todo lo que no sea su doctrina dicen que son exagerados los reportes de pérdidas a causa del secuestro del corredor Reforma-Zócalo.

Además de las pérdidas económicas, perfectamente cuantificables, y de los despidos a causa de la inviabilidad de algunos negocios, el daño mayor para el país hacia el futuro es el de la percepción en el extranjero.

Además del secuestro en la capital, debido a los frecuentes reportes de decapitados en Acapulco, tierra perredista, al acoso a turistas en Oaxaca, que sufre por las movilizaciones perredistas, potenciales visitantes internacionales al país ya reconsideran su viaje.

La inestabilidad política, la criminalidad y la violencia relacionada con el narcotráfico afectan a una industria que permitió a México captar el año pasado casi 12 mil millones de dólares, la tercera fuente de divisas después del petróleo y los envíos de dinero.

En la ciudad de México, Oaxaca y Acapulco, los hoteles ya sufren de miles de cancelaciones.

Sólo en la capital, el sector turístico conformado por hoteles, restaurantes, tiendas y otros servicios pierde 23 millones de dólares cada día.

Sería necesario reconfigurar la vocación turística del país, y en lugar de ofrecer ciudades coloniales y playas podría promoverse el turismo extremo con carrera a tienda de campaña traviesa, tirolesa sobre los campamentos del Zócalo y gotcha con balas de verdad en vivo y a todo color.

ACUERDO. Se informó que el Consejo Empresarial Turístico de la Ciudad de México y la Asociación de Hoteles de la Ciudad de México, ambas organizaciones presididas por el empresario Gonzalo Brockman, llegaron a un acuerdo con el gobierno del Distrito Federal para la condonación de impuestos locales en forma retroactiva a partir del primero de agosto de este año.

“Este acuerdo es un pequeño paliativo para evitar un daño mayor a las empresas turísticas que operan en el Distrito Federal y que se han visto gravemente afectadas a lo largo de las últimas semanas”, dijo Brockman.

El acuerdo retroactivo al primero de agosto no tiene todavía fecha de vencimiento, que dependerá de la evolución de los acontecimientos políticos. El acuerdo contempla la dispensa del impuesto predial y del impuesto de hospedaje para los hoteles así como del impuesto a nóminas del 2% para restaurantes y hoteles que operan dentro de los límites del DF.

Sin menoscabo de esa compensación lograda por los hoteleros, surge la pregunta: ¿Cómo y cuándo las autoridades alcahuetes de la izquierda nos van a indemnizar a todos los ciudadanos afectados por el secuestro de la ciudad?

Amar o Depender

Click para ampliarAmar plenamente es como la gripe, te deja sin defensas, y cuando estás sin defensas tienes que tener cuidado de quien esta a tu lado.

El merecimiento no siempre es egolatría, sino dignidad. Cuando damos lo mejor de nosotros mismos a otra persona, cuando decidimos compartir la vida, cuando abrimos nuestro corazón de par en par y desnudamos el alma hasta el último rincón, cuando perdemos la vergüenza, cuando los secretos dejan de serlo, al menos merecemos comprensión.

Que se menosprecie, ignore o desconozca fríamente el amor que regalamos a manos llenas es desconsideración o, en el mejor de los casos, ligereza.

Cuando amamos a alguien que además de no correspondernos desprecia nuestro amor y nos hiere, estamos en el lugar equivocado. Esa persona no se hace merecedora del afecto que le prodigamos. La cosa es clara: si no me siento bien recibido en algún lugar, empaco y me voy.

Nadie se quedaría tratando de agradar y disculpándose por no ser como les gustaría que fuera.

No hay vuelta de hoja. En cualquier relación de pareja que tengas, no te merece quien no te ame, y menos aún, quien te lastime. Y si alguien te hiere reiteradamente sin mala intención, puede que te merezca pero no te conviene...

Mis deseos para tí

Click para ampliarQue si la paz, que si la salud, que si el no se que, que si la dicha, que si el amor... Bla, bla, bla y bla.

¡¡¡A la chingada!!!
¡¡¡Basta de farsas y cursilerías estúpidas!!!
Yo te deseo con todo mi corazón:

1.- Relaciones sexuales increíbles.
2.- Orgasmos inolvidables.
3.- Cogidas infartantes.
4.- Que trabajes la mitad.
5.- Es mas que no trabajes y te paguen el triple.
6.- Mil noches de placer.
7.- Hombres o un chingo de mujeres hermosas (según sea el caso).
8.- Parrandas con los amigos.
9.- Que te saques la lotería!!!
10.- Te compres un carro último modelo.
11.- Que viajes.
12.- Que tengas grandes satisfacciones.
13.- Estrenes una linda casa.

Si le deseas y le dices esto a 10 personas antes de acabar el día , no va a pasar ni madres, pero por lo menos 10 personas sonreirán.

Playera blanca

HEMOS VISTO LAS MARCHAS Y REUNIONES QUE HA LANZADO LOPEZ OBRADOR PARA DEFENDERSE DE SUS SUPUESTOS COMPLOTS, MIENTRAS LO QUE ESTA HACIENDO ES UN COMPLOT CONTRA LA GENTE QUE QUEREMOS TRABAJAR Y NECESITAMOS USAR LAS VIALIDADES DE LA CIUDAD, POR LO QUE EL PROXIMO DOMINGO 13 DE AGOSTO EN DESACUERDO A SUS CAOS VIALES RESPONDAMOS DE MANERA PACIFICA USANDO UNA PLAYERA BLANCA PARA QUE VEA QUE AUN EXISTIMOS GENTE CIVILIZADA QUE SABEMOS PROTESTAR (AUNQUE EN ESTE CASO SEA CONTRA EL) Y SIN CAUSAR DESORDENES. LA PLAYERA BLANCA ES PARA SIMBOLIZAR LA PAZ QUE QUEREMOS Y LA NEUTRALIDAD DE PARTIDOS (NO IMPORTA QUE PARTIDO PREFIERAN SE TRATA DE UNIRNOS CONTRA LOS BLOQUEOS)

UNAMONOS CONTRA QUIEN ESTA ACABANDO CONTRA NUESTRA LIBERTAD DE PODER SALIR A LAS CALLES TRANQUILAMENTE. EL SEÑOR AMLO PRESUME DE TENER 2 MILLONES DE PERSONAS CADA SEMANA EN EL ZOCALO, AHORA NOS TOCA DEMOSTRARLE CUANTAS PLAYERAS BLANCAS HAY EN SU CONTRA Y NO SOLO EN EL ZOCALO SINO EN TODO EL PAIS, QUE PIDEN QUE ACATE LAS REGLAS Y NOS DEJE TRABAJAR QUE ES LO QUE NOS SACARA ADELANTE, NO LOS PAROS Y BLOQUEOS.

No quiero convencer a nadie

No quiero convencer a nadie de nada. Tratar de convencer a otra persona es indecoroso, es atentar contra su libertad de pensar o creer o de hacer lo que le dé la gana. Yo quiero sólo enseñar, dar a conocer, mostrar, no demostrar. Que cada uno llegue a la verdad por sus propios pasos, y que nadie le llame equivocado o limitado. (¡Quién es quién para decir "esto es así", si la historia de la humanidad no es más que una historia de contradicciones y de tanteos y de búsquedas?)

Si a alguien he de convencer algún día, ese alguien ha de ser yo mismo. Convencerme de que no vale la pena llorar, ni afligirse, ni pensar en la muerte. "La vejez, la enfermedad y la muerte", de Buda, no son más que la muerte, y la muerte es inevitable. Tan inevitable como el nacimiento.

Lo bueno es vivir del mejor modo posible. Peleando, lastimando, acariciando, soñando. ¡Pero siempre se vive del mejor modo posible!)

Mientras yo no pueda respirar bajo el agua, o volar (pero de verdad volar, yo solo, con mis brazos), tendrá que gustarme caminar sobre la tierra, y ser hombre, no pez ni ave.

No tengo ningún deseo que me digan que la luna es diferente a mis sueños.

Jaime Sabines